Worn Wear
Reparamos tus prendas Patagonia para que las puedas seguir usando.
Estamos en este negocio para salvar nuestro hogar, el planeta Tierra.
El Puesto. Taller de reparaciones.
Abrimos Casa Frey, un espacio para la comunidad en Bariloche.
Dónde estamos
Av. Bustillo, km 1.5 - Bariloche, Río Negro
Todo lo que hacemos tiene un impacto en el planeta.
Nuestra filosofía
Con sinceridad: ¿alguna vez, tiraste algo a la basura cuando en realidad bastaba sólo con arreglarlo?
Probablemente, la respuesta sea un sí.
Y ¿alguna vez, quisiste reparar una prenda sin saber por dónde empezar?
Seguramente, la respuesta también sea un sí.
Es comprensible.
Nuestra sociedad antepone la comodidad y la rapidez del descarte por sobre el cuidado, la conservación y la reparación de los objetos, sin tener idea, la mayoría de las veces, de lo que esto implica para el ambiente y para el planeta.
Definitivamente, la situación debe cambiar. Pero, ¿cómo?
Desde ya no pretendemos tener todas las respuestas ni podemos resolver todos estos problemas, pero sí podemos hacer nuestra parte, agregar nuestro granito de arena, como quien dice.
Por eso, no sólo fabricamos productos de larga duración (de verdad, cualquier prenda Patagonia tiene una vida útil de más de 10 años) sino que también hacemos que repararlos sea tanto o más fácil que desecharlos.
Lo único que tenés que hacer es visitar una de nuestras tiendas (cualquiera, la que tengas más cerca), o bien enviarnos tus prendas por correo.
¿Qué significa esto?
Que no importa el lugar de Argentina en el que te encuentres. Estés donde estés, podés hacernos llegar tus productos Patagonia para que nuestro equipo de reparadores, listo para poner manos a la obra, dé comienzo al proceso de arreglo.
Ahora bien, es necesaria esta aclaración: las reparaciones son de carácter funcional, no estético. Eso quiere decir que, si bien intentamos utilizar los materiales que mejor coincidan con tus prendas, no siempre será posible alcanzar la exactitud. Por lo tanto, los remiendos pueden llegar a ser visibles (un hilo de otro color, un botón diferente, un parche divertido).
De todas formas, eso no tiene por qué ser algo negativo: una prenda arreglada cuenta una historia, una anécdota, una experiencia; una cicatriz visible en tu ropa marca el inicio de un nuevo capítulo, de una vida extra para tu equipo.
También, debemos aclarar que no todas las averías pueden repararse. Pero, ¡no te preocupes! Si esto sucede, intentaremos encontrar una alternativa. A lo mejor, puedas dejar tu prenda para que la reciclemos e intercambiarla por otra que sí hayamos recuperado.
Cuando arreglamos una prenda, reemplazamos una hebilla o cosemos un botón, estamos arreglando nuestra relación con las cosas que poseemos.
Sabemos que los artículos reparados nunca vuelven a estar como nuevos, pero creemos que optar por la reparación es una forma nueva de vincularnos con el planeta.
Repará, siempre.
Reemplazá sólo cuando ya no pueda repararse.
Zofia Reych
Si bien escalar puede ser un fin en sí mismo, me fascina aprovecharlo para tener un impacto positivo en el mundo.
Cuando me mudé a Fontainebleau, en Francia, mi única preocupación era mejorar mi rendimiento atlético y no preví cuánto más se podía ganar a través del Boulder, viviendo más cerca de la naturaleza y formando parte de la comunidad local. Soy una persona naturalmente solitaria. Nuestra cultura individualista no fomenta las conexiones significativas y la escalada puede ser un antídoto para eso. Quiero que el acceso a estas experiencias esté abierto para todos.
La escalada es también un lente sorprendentemente preciso para analizar a la sociedad: el impulso de crear el Festival de Boulder para Mujeres surgió al ser testigo de la falta de diversidad entre las rocas de Fontainebleau. Crear un ambiente acogedor para diferentes géneros, etnias, capacidades, etc. es crucial para nuestra supervivencia en este planeta, así lo demuestran un montón de estudios. Por eso, hacer mi pequeña contribución a través de diversificar la escalada me parece una idea sensata, especialmente porque las oportunidades relacionadas con las actividades al aire libre son aún limitadas a unos pocos afortunados.
Recién entrada en mis 30 me diagnosticaron autismo y, poco después, TDAH. Como directora del festival, quiero mostrarme tal como soy, sin editar: una persona neurodiversa no binaria con una historia de trastornos mentales y ayudar a normalizar múltiples formas, todas válidas y hermosas, de ser humanos.
Desde las competencias en muros indoor hasta las campañas por la protección de las zonas de escalada locales, la escalada es mucho más que una sola cosa y no hay una forma correcta de hacerlo. Al mismo tiempo, creo que siempre hay espacio para mejorar y que hay un valor inmenso en reflexionar sobre ello. Un enfoque interseccional de las complejidades de la escalada fue la inspiración para mi libro Born to Climb: From Rock Climbing Pioneers to Olympic Athletes (Nacidos para escalar: Desde los pioneros de la escalada en roca hasta los atletas olímpicos). Es una combinación de las historias de aventuras clásicas, un poco de inspiración nerd en ciencias sociales y un intento de representación justa, que casualmente describe bastante bien mis intereses.
Foto: Zofia Reych calienta en uno de los muchos bloques repartidos a lo largo del bosque de Fontainebleau. Alguna vez dominio de la realeza, hoy en día es una reserva natural con muchas cuevas y tallados en roca del paleolítico a casi 50 kilómetros de Paris, Francia. CRISTINA BAUSSAN.
Brandon Belcher
Lo primero que supe sobre las organizaciones solidarias y de ayuda mutua fue por casualidad. Tenía un pequeño grupo de amigos con fuertes lazos en grupos activistas y durante el verano de 2020 organizamos algunas protestas a lo largo de la ciudad de Atlanta. Al final del verano, estábamos agotados, pero descubrimos que brindar nuestro apoyo a grupos de solidaridad era una excelente forma de darle continuidad a nuestros esfuerzos previos.
La “ayuda mutua” es cuando miembros de una comunidad se unen para apoyarse mutuamente y trabajar por objetivos comunes. En realidad, es muy parecido a la escalada: los escaladores a menudo dependen del conocimiento y la experiencia compartidos para enfrentar rutas desafiantes y crear un sentido de conexión y pertenencia. Ambos requieren de confianza, cooperación, comunidad y disposición a correr riesgos en beneficio propio y de los demás.
La legislación es obviamente una forma de alto impacto para que las comunidades logren los cambios que necesitan, pero los procedimientos legislativos llevan mucho tiempo en hacer efecto y, a veces, ni siquiera benefician a las personas a las que se supone que deben beneficiar. Los escaladores han creado organizaciones locales de escalada, que tienen una mucho mejor comprensión de las necesidades inmediatas de sus comunidades y pueden ayudar con problemas que requieren una respuesta más rápida y conocimiento directo. De manera similar, las organizaciones de ayuda mutua ofrecen asistencia rápida y efectiva a quienes la necesitan, sin tener que esperar a que una autoridad externa determine si los problemas merecen su tiempo o no. Las organizaciones de ayuda mutua también pueden brindar asistencia adicional o especial a quienes a menudo son ignorados, como personas marginadas por su origen étnico, género o situación económica.
Estoy físicamente cerca de las comunidades a las que quiero ayudar. Sin embargo, mi relación y participación pueden no estar tan establecidas como las de alguien que lidera una organización. Por lo tanto, ofrezco apoyo financiero o suministros (como donaciones de alimentos, mantas y ropa abrigada durante los meses de invierno, toldos y carpas, etc.), lo que deja el acto benéfico en manos de una organización o causa que tenga un mayor conocimiento sobre el trabajo que se necesita realizar y cómo hacerlo.
Foto: Brandon Belcher confía en el proceso. Tras años de escalada, hoy enfrenta cada nuevo proyecto con la confianza necesaria para intentarlo, fallar, intentarlo y fallar nuevamente, antes de salir por arriba del top. Chattanooga, Tennessee. DREW SMITH
Eric Bissell
Cuando estaba aprendiendo a escalar idealizaba Yosemite y esa lenta y casi metódica progresión de habilidades que ofrecía. Desde las grandes paredes más épicas hasta los técnicos boulders en granito, Yosemite ofrecía ese camino que aspiraba seguir desde ser un total novato hasta convertirte en un experto del granito. A los pocos años de obsesionarme con Yosemite, conseguí un trabajo allí como guardaparque de escalada y trabajé en el parque durante ocho temporadas. Durante esos años, tuve mis propias aventuras en grandes paredes y repetí algunos boulders icónicos. Pero también aprendí que por mucho que consideremos nuestra historia en la escalada como única, nuestros impactos nunca lo son. Ver a miles de escaladores seguir una trayectoria similar cada año dejó en claro la importancia de considerar nuestros impactos individuales como parte de una historia más grande del impacto de los escaladores sobre un paisaje.
Como guardaparques de escalada, nos apoyábamos en la educación —tanto cautelar como inspiradora— para alentar a las personas a tener un menor impacto. Para lograr mejor ese objetivo, desarrollamos un programa de voluntariado, los Guardianes de la Escalada, que desde entonces se ha extendido por todo el país y ha formado asociaciones comunitarias duraderas entre los administradores de las tierras y la comunidad de escaladores. Además del importante trabajo de construir senderos y limpiar basura, los Guardianes de la Escalada facilitaron la continua comunicación entre ambos grupos. Aunque ya no trabajo en Yosemite, la escalada sigue siendo una fuente de perspectiva en mi vida, ayudándome a considerar lo que significa ser un individuo dentro de una comunidad y lo que significa ser un guardián del mundo natural. En la medida de lo posible, trato de llevar esta perspectiva a la narración visual que hago ahora.
Foto: Con las Yosemite Falls rugiendo a sus espaldas, Eric Bissel escala el décimo largo de Lost Arrow Spire Direct VI (5.12c A0) mientras Jane Jackson lo asegura. Parque Nacional Yosemite, California. DREW SMITH