Liberación en la Tierra

Jeff McElroy / / 6 min de lectura / Workwear, Food

Una conversación con Leah Penniman, autora de Farming While Black.

Leah Penniman es la cofundadora de Soul Fire Farm en Grafton, Nueva York, donde trabaja por su compromiso “para terminar con el racismo y la injusticia en nuestro sistema alimentario, a través del aumento de las personas de color en la administración de tierras agrícolas, promoviendo la equidad en el acceso a alimentos y la formación de la nueva generación de agricultores activistas”. Publicó Farming While Black (Chelsea Green) en 2018, el primer manual, y uno súper completo, para personas de herencia africana dispuestas a recuperar el lugar que les corresponde en el sistema alimentario. La vasta investigación de Penniman, junto a su rigurosidad histórica, hacen de este libro mucho más que una guía práctica para pequeños agricultores. Explorando antiguos métodos agrícolas africanos, las atrocidades de la esclavitud y el actual panorama de “segregación racial alimentaria”, Penniman muestra cómo la injusticia racial, el cambio climático y nuestra alienación de la naturaleza están conectadas. Y cómo, finalmente, la sanación comienza en el suelo.

Leah amablemente se hizo tiempo entre el trabajo en el campo, la enseñanza y la escritura para contestar mis preguntas sobre su granja, su libro, su activismo, la agricultura regenerativa y sus visiones para el futuro.

El primer saludo entre dos participantes del Soul Fire Farm’s Black Latinx Farmers Immersion, una rigurosa inducción de una semana en agricultura sustentable a pequeña escala, que incluye tanto la explicación de conceptos súper nerds como “capacidad de intercambio catiónico” con enseñanzas sobre cultura e historia, tan necesarias para la gente negra y morena en la sanación de su relación con la tierra. Foto: Leah Penniman

Jeff McElroy: En tu misión por empoderar granjeros negros y latinos, abogas por la pequeña agricultura y las técnicas regenerativas por sobre los lucrativos métodos de la agricultura industrial. ¿Puedes explicar la conexión entre terminar con el racimo, la injusticia en el sistema alimentario y la agricultura regenerativa?

Leah Penniman: En resumen, la forma en que tratamos a la Madre Tierra y la forma en que tratamos a nuestros hermanos humanos están interconectadas. El hecho de que ahora nuestro sistema alimentario esté basado fundamentalmente en tierras robadas y explotación laboral es una grave injusticia. Tenemos una situación en Estados Unidos donde casi toda la tierra que usamos para cultivo de alimentos, 98 porciento de la tierra rural, pertenece a personas de herencia europea, como resultado de una historia que comienza con el robo genocida de esas tierras a las personas de las Primeras Naciones y que continuó con la exclusión y expulsión de la gente de color. Al mismo tiempo, 85 porciento de los alimentos en Estados Unidos son cultivado por gente latina e hispánica, aún cuando sólo cerca del dos porciento de nuestras granjas son administradas por gente de ese grupo demográfico.

El apartheid [alimentario] es un sistema de segregación creado por humanos, que es lo que tenemos en este momento, producto de una historia de abandono, con discriminación en las viviendas subvencionadas por el gobierno y una regulación de zonas que impidió que las personas de color se integraran a barrios fuera de los vecindarios abandonados durante muchas generaciones. Si eres una persona blanca en este país, tienes cuatro veces más probabilidades de tener un supermercado en tu barrio que si eres una persona negra o morena. Si eres un niño negro, tu probabilidad de acostarte con hambre esta noche es una de tres, comparada con el de uno de seis de los otros niños. Esto no es porque no sepamos cómo comer, no es porque no queremos tener buena comida, realmente el motivo es el acceso.

Entonces, realmente tenemos un sistema alimentario injusto y, al mismo tiempo, nuestra agricultura industrializada está destruyendo el paneta. Sabemos que es determinante en el cambio climático, en el consumo de agua, en la conversión del uso de la tierra, en la destrucción de polinizadores y la lista sigue. Un sistema que se basa inherentemente en la explotación y el afán de lucro, no se va a ocupar del cuidado de los humanos ni de la tierra. En cambio, la agricultura regenerativa es una solución a la vez antigua y moderna para este problema, porque se centra en la vida del suelo, en las necesidades de nuestros parientes humanos y no humanos y nos provee con un mapa de la ruta a la sanación.

“Algo profundo y mágico me sucedió al aprender a plantar, cuidar, cosechar y, después, preparar y servir esos productos en los barrios más rudos de Boston. Encontré un ancla en la elegante simpleza de trabajar la tierra y compartir su recompensa. Lo que estaba haciendo era bueno, correcto y enfocado. Hombro a hombro con mis pares, todos de diferentes tonalidades, con los pies bien puestos en la tierra, trabajando en esos cultivos llenos de vida para la comunidad negra. Estaba en mi hogar”.
–extracto de la introducción de Farming While Black

Voluntarios en un konbit (día de trabajo comunitario) ayudan a construir terrazas en las áreas inclinadas del campo. Las terrazas ayudan a mantener el suelo evitando la erosión y dan como resultado un mayor rendimiento de los cultivos. Foto: Leah Penniman

JM: El capítulo cuatro, “Restaurando la Tierra Degradada”, le da una mirada a los métodos africanos ancestrales para revitalizar el suelo: las terrazas de Kenya, las camas elevadas de los Ovambo, las metodologías sin labranza y cultivos de cobertura. ¿Puedes compartir tu perspectiva sobre cómo el volver a las técnicas agrícolas ancestrales puede revertir los aspectos de la crisis climática?

LP: Avanzado el siglo XIX, con una generación de colonos abriendo las Grandes Llanuras con arado, el suelo perdió más de la mitad de su materia orgánica. La materia orgánica se basa en el carbono, es la vida del suelo. El carbono pertenece en el suelo. Cuando labras, cuando abusas de la labranza, el carbono sube a la atmósfera y se transforma en gases de efecto invernadero, se convierte en el impulsor del cambio climático. De esta manera, vimos los primeros picos en los gráficos de CO2 antropogénico en la atmósfera en el siglo XIX, alrededor de las llanuras labradas.

Las técnicas de agricultura ancestral secuestran carbono. Son “migradoras” del cambio climático y también son estrategias que hacen que una granja sea adaptable al cambio climático. Por ejemplo, el uso de camas elevadas semipermanentes permite la mitigación de inundaciones. Durante la Supertormenta Sandy, los granjeros de alrededor nuestro perdían la capa superior del suelo por la erosión del agua, pero nosotros tuvimos pérdidas mínimas gracias a que los caminos de poca profundidad que habíamos cavado entre las camas elevadas escurrieron el agua. Nuestra decisión de “amontonar” nuestra tierra salvó a nuestra granja.

Los participantes de Black Latinx Farmers Immersion cuelgan cebollas para curarlas en el granero. Foto: Leah Penniman

JM: Diseñaste la información técnica en Farming While Black “para granjeros y jardineros con cero a cinco años de experiencia”. ¿Cuáles son las cosas más importantes que ellos deben saber sobre comenzar y administrar una pequeña granja o un colectivo?

LP: Yo no creo en el activismo por Twitter como un a estrategia fundamental para el cambio social. Creo en el activismo social de remángate-la-camisa-y-haz-algo-tangible-por-tu-comunidad-y-por-la-tierra. Entonces, Farming While Black tiene un montón de información, desde planes de negocios y acceso a la tierra a selección de semillas y planificación de cultivos, hasta medicina herbal y llevar adelante programas para jóvenes. Es muy importante pasar un par de años trabajando en una granja local o un buen jardín urbano bajo la tutela de alguien que sepa lo que está haciendo, porque eso no solo te dará las habilidades que necesitas para tener éxito, sino que también te ayudará a afinar aquello que quieres lograr. Criar cabras lecheras puede ser súper bonito en teoría, hasta que te das cuenta de que no te gusta el horario de ordeña de las 6 a.m. y las 6 p.m. todos los días. Es importante tener esa experiencia antes de destinar recursos a tu propio proyecto.

JM: ¿Qué es aquello que los agricultores emergentes deben recordar a medida que se embarcan en este nuevo camino?

LP: Recuerden que nuestras abuelas ancestrales en África oriental, antes de abordar obligadamente los transatlánticos que transportaban esclavos, juntaban sus semillas madre, su mijo, su okra, su cowpea, su arroz negro, su Egusi, todas ellas, y las trenzaban en sus cabellos. Las trenzaban en sus cabellos porque creían, contra todos los pronósticos, que nosotros, sus descendientes, estaríamos aquí para heredar esas semillas. Es tan importante que recordemos, aún cuando enfrentamos obstáculos desalentadores y nos vemos tentados a abandonar toda esperanza, que nuestros ancestros mantuvieron su fe en nosotros. En retribución, nos corresponde a nosotros recolectar esa semilla, plantar esa semilla, para que la próxima generación tenga algo que heredar de nosotros.

Men anpil chay pa lou. Muchas manos hacen que la carga sea más ligera. Proverbio criollo haitiano. Foto: Soul Fire Farm

Leah Penniman es una agricultora criolla y negra que ha cuidado del suelo durante 22 años y ha trabajado por un sistema alimentario antirracista por 16. Actualmente se desempeña como fundadora y codirectora ejecutiva de Soul Fire Farm en Grafton, Nueva York.

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Jeff McElroy