Salmonicultura

Atípico / / 35 minutos

La industria salmonera es un riesgo para el planeta. Trabaja instalando granjas en aguas abiertas en las que las condiciones de cría son paupérrimas: los peces crecen hacinados en jaulas, en las que suelen enfermarse, contagiarse y morir. Sus impactos son múltiples: es nociva para el ambiente y sus métodos de producción provocan todo tipo de consecuencias sobre el mar y los ecosistemas en pos de lograr un mayor rédito económico.

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Clemente Cancela

Nos enseñaron una manera de hacer negocios, pero los hicimos de una forma completamente distinta. Nos dijeron que el petróleo y la minería aseguraban desarrollo, pero no mencionaron que estaban destruyendo a nuestro planeta. Nos mostraron una industria textil contaminante y nefasta, pero encontramos alternativas éticas para el ambiente y las personas involucradas. Lo que supuestamente era normal nunca nos representó y a nuestros entrevistados tampoco.

Por eso te invitamos a formar parte de Atípico, un podcast que se mueve por las causas que importan y que atraviesa nuestra identidad.

Martina Sasso

Estábamos delante de un modelo de producción que estaba aniquilando culturas. La Argentina nunca tuvo salmonicultura.

Clemente Cancela

Si tenés redes sociales o te gusta saber de dónde vienen los alimentos que comés, seguramente alguna vez te cruzaste con alguna campaña alertando sobre la salmonicultura. Sus impactos son múltiples, es nociva para el ambiente y sus métodos de producción descuidan todo tipo de consecuencias sobre el mar, los ecosistemas y la salud de las personas en pos de lograr un mayor rédito económico.

Trabaja instalando granjas en aguas abiertas en las que las condiciones de cría son paupérrimas. Los peces crecen hacinados en jaulas en las que suelen enfermarse, contagiarse y morir. Para evitar este ciclo, la industria les inyecta pesticidas, plaguicidas y antibióticos, que no solo son un riesgo para las personas que terminen comiendo ese salmón, sino también para el mar, que queda sin oxígeno y sin vida.

Es demasiado. Hace un año, Tierra del Fuego prohibió la actividad minera en su jurisdicción provincial y en el Canal Beagle, lo que fue celebrado y catalogado como una medida histórica por activistas, asociaciones ambientalistas, políticos y habitantes de la provincia. Pero llegar a esa ley no fue fácil. Hubo un camino que recorrer y que vale la pena recordar para comprender cómo se logró la ley, pero también para mirar al futuro con más herramientas para encarar problemáticas similares.

Por eso voy a charlar con Martina Sasso y Camila Martínez Peck

. Martina es la coordinadora del programa marino Sin azul no hay verde, creativa publicitaria, directora audiovisual y conservacionista, y Camila es directora de Nuevas Iniciativas y Negocios, de Patagonia, vive en Bariloche, es activista y amante de la naturaleza. Comencemos. Bueno, primero gracias por estar acá sentadas las dos.

Lo primero que me viene a la cabeza tiene que ver con una imagen que hay sobre quien se involucra en el activismo ambiental, que para mucha gente son un grupo de locos y locas que pelean por una causa que aparenta ser marginal y sobre la cual después nunca se sabe adónde se llegó con esa causa, con esa lucha. A partir de esa imagen, lo que les quiero preguntar a ambas es si eso las motivó a meterse en el ambientalismo, a ser activistas, si les generó dudas, si tuvo algo que ver en su involucramiento.

Martina Sasso

Yo creo que lo que a mí me llevó a ser activista no fue una decisión de un día para el otro. Es una manera de ser y siempre es un loco el que va atrás de sus sueños, y es un loco el primero que va y se para en un lugar y hace algo distinto. Entonces yo creo que desde ese lado del activismo resuena, genera esa visión de la que vos hablás, Clemente. Y en mi caso particular siempre fue una manera de hacer, ¿no?, cuando uno quiere algo y no se da por ciertas cuestiones, no queda otra que arremangarse e ir para adelante. En esa línea me involucré mucho con lo que es el activismo y sobre todo con el activismo ambiental, desde el punto de vista que las cosas estaban sucediendo, uno veía que el planeta estaba empeorando, veía que había ciertos movimientos. En esa época no existía Greta, en esa época no existían un montón de los grandes líderes ambientalistas que existen hoy, pero sí existían referentes de pueblos, de lugares, de vecindades, de barrios que cambiaban pequeñas cosas, y yo creo que eso fue también lo que me hizo dejar todo, mi carrera, lo que hacía en publicidad, en creatividad y lanzarme a hacer esto. Y en esto que decís, esa sensación de que uno se entera que pasan cosas y después como que eso se apaga ¿no? Y nunca nadie se entera qué es lo que pasó. Y creo que también esa curiosidad fue lo que me llevó a mí a transitar el camino del activismo ambiental, porque quería saber cuál era el final de la historia y, sobre todo, creía que tenía las herramientas para comunicar, no solamente el momento de batalla, sino cómo esto terminaba, que venía de todo mi bagaje que traigo en en publicidad, creatividad y cómo aprendí yo a contar historias, ¿no?

Clemente Cancela

Después vamos a ver si realmente termina en algún momento, esto, si llegamos a un final o no. ¿Vos, Cami?

Camila Martínez Peck

Yo por mi parte, por ahí un poco en línea con lo que decía Martu. En cuanto a lo personal, también me considero una activista, pero básicamente porque disfruto muchísimo la naturaleza y veo los daños irreversibles en muchos sectores que estamos viviendo hace varios años y cada vez peor. Y trabajar en una empresa como Patagonia me motiva todavía más porque sé el poder que tiene que una empresa como nosotros comunique estas cosas, las haga visibles y participe de manera activa. Cuando nos enteramos de esta causa como de otras en las que hemos participado, nos pareció recontra importante que desde nuestro lugar de comunicación y de poder darle visibilidad, trabajar con organizaciones como la que representa Martu y demás actores para poder lograr el objetivo juntos. Así que esa fue la motivación.

Clemente Cancela

Acá, de lo que vamos a hablar es de un objetivo logrado, que es que es la ley, pero lo que me interesa también, sobre todo para que quien escuche esta entrevista entienda que se puede lograr un objetivo, es pensar el contexto que había en Tierra del Fuego, que había en Chile, en el Canal Beagle, con respecto a la salmonicultura y cómo ese contexto dispara el involucramiento de organizaciones ambientalistas, de habitantes de la zona y cómo se llega a la política. Entonces, lo que me gustaría es que hagamos un poquito de historia. Y te pregunto, Martina, la primera vez que escuchaste sobre esto y qué fue lo que te disparó y cómo empezaste a involucrarte y cómo empieza a darse todo. Está bien, es largo lo que te estoy preguntando, pero vamos a ir de a poquito.

Martina Sasso

Es una historia larga, pero también es muy interesante. Nosotros estábamos trabajando en Tierra del Fuego. Ya hace dos años. Estábamos y estamos todavía trabajando en ese proyecto, buscando proteger Península Mitre y las aguas que lo circundan. Península Mitre es la puntita de nuestro país, bien al sur, en Tierra del Fuego, y podemos ver parados ahí, isla de los Estados, o sea, es realmente el fin del mundo y es considerado uno de los últimos lugares prístinos que quedan en esta tierra. Como bien todos saben, después del informe del IPCC, solamente queda sin impactar, por el hombre, un 2% de lo que es este planeta, es una locura. Entonces, en esa línea, buscando proteger este espacio marino que también tuve la suerte de poder bucear, navegar, increíble a nivel fauna, biodiversidad… Y me acuerdo de estar en Ushuaia, en una confitería, abrir un diario (leo los diarios todas las mañanas) y de repente leo que ya era efectivo el fondo del gobierno de la Corona de Noruega para implementar la salmonicultura en Tierra del Fuego. Un acuerdo entre Nación, Provincia y la Corona noruega.

Clemente Cancela

Te freno, ahí, un segundo. Seguramente la excusa que había con respecto a eso es: esto va a dar trabajo, va a generar divisas y demás. Como que lo que primero se ve con respecto a esto es esto va a dar plata, sin pensar en todo lo que puede pasar alrededor, ¿no?

Martina Sasso

Era automático. La gente miraba a Chile y decía segunda economía después del cobre, millones de dólares, las exportaciones enriquecen los países, ¿no? Era la visión, sin preguntarse qué plazos tiene esta industria, sin preguntarse qué costos conlleva y un montón de cuestiones que empiezan a surgir a partir de que empezamos a investigar. Yo era consumidora de salmón. En ese momento, leyendo el diario, no sé si la noche anterior, estando ahí, habíamos festejado que habíamos vuelto de la expedición y había consumido salmón, y estaba leyendo y me empiezo a interiorizar un poco qué es la salmonicultura, empiezo a cruzar diálogos con gente de Chile y, soy una curiosa innata, me puse a investigar a fondo y ahí es donde se te cae el mito al piso, como cuando en los 90 nos dijeron que la hamburguesa no era sana, es como que se te derrumba toda la estantería. Pero sobre todo lo que me empezó a impactar era cómo eso había modificado la vida de la gente. No era solamente un tema ambientalista de las especies y todo lo que eso conllevaba, porque esto genera zonas de mar muerto, y después seguramente vamos a hablar de esto, sino cómo esto había sido tan, de alguna manera, no puedo usar otra palabra que no sea jodido, que la gente había cambiado su estilo de vida, que la gente se había mudado de lugar, que ese lugar donde antes existía una cultura, un tipo de manera de vivir, ya no existía. Estábamos delante de un modelo de producción que estaba aniquilando culturas. Entonces ahí es donde lo primero que me pregunto es dónde quieren hacer esto, en dónde, en qué parte del canal. Y cuando empiezo a entender que si queríamos replicar el modelo chileno y el modelo de salmonicultura a mar abierto, íbamos a necesitar caletas de refugio. Y empecé a entender por qué en el Atlántico esto no se hacía y por qué se empezó a mirar Tierra del Fuego, la parte argentina, como una continuidad de la expansión de lo que ellos estaban haciendo en Chile. ¿Por qué? Porque geográficamente habían ciertos lugares donde se podría instalar esta industria. Entonces ese mapa daba las aguas que circundaban Península Mitre. Yo acababa de abrir los ojos abajo del estrecho Le Maire, había visto lo que ahí había, inmensos bosques de macroalgas, los bosques de macroalgas son los bosques de árboles de la tierra, en el mar, digamos, hoy se sabe que capturan casi diez veces más que un metro cuadrado de bosque del Amazonas. Bueno, en un contexto donde hoy, el Amazonas emite más carbono de lo que captura, por las quemas y un montón de cuestiones. O sea, estamos destruyendo lo último que nos queda. Una de las últimas herramientas que nos queda para combatir el cambio climático, con una industria que encima tiene fecha de vencimiento. Es una industria que una vez que se instala, por el tipo de producción que tiene, ese espacio marino, le da un lapso entre ocho y diez años. Después tienen que cambiar la jaula de lugar porque destruyen absolutamente el ambiente.

Clemente Cancela

Mencionas a Chile y hay algo que a mí me interesa mucho del activismo ambiental y es que si bien puede partir de un punto en concreto, lo que tiene es que lo que se hace en un punto no es solo para ese punto, es para todo el planeta. Entonces lo que quiero preguntarte es ¿qué notaste en Chile, de los ambientalistas chilenos? Porque me parece que ahí hay una puerta de entrada, por lo menos inspiradora, para lo que termina pasando en Tierra del Fuego.

Martina Sasso

En Chile, nos acercamos a los jefes de comunidades. No era un tema ambientalista, era un tema social, atravesaba profesores, atravesaba maestras, jardineros, no sé, lo que te imagines, estaba atravesado por la salmonicultura ,y destapás Tasmania, y hay activistas y hay gente que tampoco quiere esa industria, y destapás cualquier país, Canadá, Estados Unido, Islandia, Noruega, Escocia, todos estaban teniendo problemas con la salmonicultura, y en cada lugar había grupos de gente unidos, concentrados para lograr frenar el avance de esta industria.

Clemente Cancela

Esos locos que mencionábamos antes, que después no sabés qué pasa. Acá, sí sabemos qué pasó. Y me gusta esto que estás diciendo de que era social, que me parece que es un paso que estamos dando ahora, que es entender que el ambientalismo es social, no es una cosa solamente por los salmones, no es por el agua de ahí, es por lo que estamos ahora haciendo esta entrevista también.

Martina Sasso

Totalmente, esto es social, es cultural, es cultural. Y creo que, en ese momento… Esto es el activismo, siempre tenés la papa caliente en la mano. Es muy difícil que vos entres en un trabajo activista, en una batalla activista, pudiendo planificar esto con anterioridad. Por lo general las cosas explotan en la mano y en ese contexto necesitamos aliarnos con las personas que no solamente nos pudieran acompañar a nivel internacional, como fue Chile, como nos acompañó Tasmania, como nos acompañó Escocia, sino también a nivel local y de esa manera teníamos muy poco tiempo, el fondo ya había bajado al país, ya se iba empezar a implementar, era un proyecto que se llamaba Transferencia Tecnológica, y después podemos hablar qué significa transferencia tecnológica… Todos aquellos que han vivido gobiernos anteriores ya saben lo que son nuestros UTEs, gracias a la transferencia tecnológica y toda nuestra tecnología, en nuestro país. Entonces básicamente venían las jaulas viejas, la tecnología vieja que Noruega no quería, la venían a instalar a nuestro país. Y necesitábamos actuar rápido y con actores que realmente pudieran dar vuelta la bandeja. Para no caer en esto de estos pobres activistas que están defendiendo las ballenas, este grupo de locos… Necesitábamos algo que atraviese muchas cosas, y una de esas estrategias fue aliarnos con Patagonia, que en esta idea de empezar a trabajar en conjunto, terminó siendo más que una alianza, terminó siendo más una visión de lo que queremos para el mundo, y cómo podemos entre una organización ambientalista como Rewilding Argentina y una empresa pueden tener una visión en común y trabajar y sostener eso en el tiempo, que eso es lo difícil del activismo, cómo uno sostiene las cosas en el tiempo.

Clemente Cancela

Y ahí entrás vos, Cami. Y contame desde el lado de Patagonia también, cómo es la mirada, cuándo surge el llamado a involucrarse con esto, qué pasa dentro de Patagonia para apoyar esta lucha.

Camila Martínez Peck

Y, bueno, cuando llegó en este caso Martu con su equipo, y esta cuestión, lo primero que dijimos es sí o sí tenemos que acompañar esto, vamos a ver cómo, hay que buscar a los actores, hay que armar una buena estrategia, y me parece que fue muy importante la mirada que se le dio en este caso a la campaña que armamos, ver quiénes nos van a acompañar, quiénes van a ser los líderes en esta causa, además de nosotros, Martu, las organizaciones y demás, y empezar a accionar.

Martina Sasso

Cami re interesante lo que decís, porque yo creo que gran parte del éxito que tuvo la salmonicultura fue que no fue una batalla liderada por ambientalistas, donde las organizaciones ambientales dejaron sus logos atrás. Si uno hace un track récord y busca el primer aviso de Narda Lepes, busca el primer aviso… No había ninguna organización ambiental detrás de esto. Eran ellos hablando. No es que no lo hubieran, lo habían. Pero ahí es donde uno empieza a entender que las cosas cambiaron y si uno quiere, como dice Cami, abrir los públicos, empezar a atravesar nuevos lugares, también uno se tiene que correr de ese lugar de liderazgo, porque uno se sorprende con el liderazgo que pueden generar otros. Y cuando ellos salieron realmente, me acuerdo, esa reunión en Tierra del Fuego, nos juntamos con Patagonia, juntamos unos mangos, hicimos como una reunión donde invitamos gente de Chile, científicos, era todo en un lugar escondido para que nadie se podía enterar de que estábamos craneando esto. Trajimos expertos, ciencia, organización y Greenpeace, me acuerdo que vino, Oceana, de Chile, gente de las comunidades… Nos metimos en un lugar más chiquitito que esta sala donde estamos grabando más o menos, y cada uno presentó su punto de vista sobre la salmonicultura, lo que hemos estudiado y lo que traíamos… Y me acuerdo estar mirando ese contexto de todos estos ambientalistas, y decía, y pensábamos entre todos nosotros, por más que seamos 20, podemos generar las bases, pero los que van a llevar esto a la victoria va a ser gente que no tiene nada que ver con este mundo y que entiende que esto es importante. Ahí hicimos una reunión con con chefs, que todos daban salmón en sus cartas, te acordás, ¿Cami? Todos los servían e incluso Patagonia inspiró a estos chefs para que una de las acciones que tomen sea sacarlo de la carta. Y uno de los chefs fundamentales también liderando esto fue Lino Dillon. Él es uno de los chefs más conocidos de Tierra del Fuego, quien fue el primero en suspender el salmón de su menú, y lo hizo una manera muy creativa: en vez de borrarlo, ¿no? Porque uno va y si no lo ve, no sabe que antes se vendía y lo tachaba del menú y ponía suspendido por que esto daña el ambiente y a la salud. Una de las primeras campañas que hicieron los chefs fue salir a pedir perdón, una campaña en redes de disculpas, creí que lo que te estaba dando era sano y me doy cuenta que no. Ya eso choca porque no solamente choca… Choca con la madre, ¿no? A la que le da de comer a sus hijos, a la responsable de decirle tomá, esto te hace bien. Y a partir de ahí tuvimos cocineros como Francis Mallmann, en el cual me acuerdo que hicimos un evento con Patagonia, que fue genial porque vino una cantidad de personas… Ushuaia, Tierra del Fuego, la gente no sale mucho y esto era en invierno. Francis cocinó al aire libre para todos comida local extraída del canal, que nos fuimos a pescar todos juntos con Cami y equipo, y se llenó de gente. Más de 200 personas vinieron y entre ellos vinieron tomadores de decisiones, legisladores, gente de gobierno. Esto tenía que atravesar muchos lados para que pudiera suceder. También era importante que haya ambientalistas yendo a las escuelas, explicándole a los chicos por qué, qué le hacía el salmón a las demás especies.

Clemente Cancela

Me interesa que hablemos un poco de lo que pasó con los cocineros, porque estamos hablando de cocineros que son muy, muy populares, con una gran llegada. Entiendo que eso obviamente sirve para masificar el mensaje. Pero hay una cosa que a mí me resulta súper interesante y es que en un mundo en el cual te dicen todo el tiempo generá más dinero, para estos cocineros es una pérdida de dinero sacar al salmón de sus cartas. Entonces lo que quiero preguntarles es ¿fue difícil convencerlos, hacerles llegar el mensaje? ¿O inmediatamente se dieron cuenta ante la realidad de los feedlot de salmones?

Martina Sasso

Yo creo que no hubo que ni decirlo. Una vez que les mostramos lo que hacía esto, ellos mismos… eso es lo mágico... Cuando uno entrega, ¿no? Ellos solos sabían cuál era el camino que tenían que tomar, qué era lo que tenían que hacer. Y entre ellos… Me acuerdo, yo era parte de un chat de cocineros, ellos mismos se desafiaban a ver quién iba más lejos, porque a la larga, por ejemplo, Lino Dillón, de Tierra del Fuego, entendía que sí perdía plata, porque el salmón aparte de ser un plato barato, según también ellos, es fácil de cocinar, después se iban a quedar sin poder vender todo lo que venía del canal, que era el 70% de su carta, porque la salmonicultura mata todo. Entonces, hasta dónde era un riesgo económico… Creo que era riesgo económico mantener el salmón en la carta, si uno lo piensa, yo creo que ellos hicieron esa propia deducción.

Camila Martínez Peck

Sí, totalmente acuerdo. Y en el caso de Francis Mallmann, nos reunimos nosotros previo a la campaña y él mismo fue el que nos dijo sin decirle absolutamente nada, yo quiero sacar el salmón de mis cartas. Y lo sacó y no lo volvió a tener nunca más. Y también una frase buena que nos quedó grabada, que nos dijo Francis en su momento, fue Nunca es tarde para cambiar y ser mejor, ¿no? Por ahí de pecar, no de ignorante, pero, a ver, todos los cocineros usaban el salmón como decíamos antes, ¿no? como algo sano, y haber descubierto todo lo malo que era y haberlo sacado para siempre de sus menús... Creo que es, nada, algo admirable para todos ellos y, bueno, fue increíble que haya salido por motus propio de cada uno. Me parece increíble.

Clemente Cancela

También hay una cosa que es, si nos corremos de la parte económica y de lo industrial y demás, pensar en… Tenés un ecosistema hermoso, tenés un paisaje maravilloso, nosotros nos vamos a ir en algún momento y va a seguir viniendo generaciones, van a seguir estando. ¿Por qué hacerlo pelota? ¿Por qué destruirlo? Para mí eso solo alcanza. No sé, desde la mirada, activista, si también está eso, pero para mí con eso solo ya está.

Martina Sasso

Ese es el motivo por el cual yo creo que los activistas hacemos lo que hacemos: por el valor intrínseco que tiene. Pero dada, para mí y mi opinión, la sociedad en la que vivimos, el modelo económico-político en el que vivimos, nos vemos forzados a ponerle un precio a la ballena, donde ahora hay estudios que dicen que esa ballena vale tanto, que ese elefante vale tanto.. ¿Para qué? Para contrastarlo con un modelo de turismo, por ejemplo, y que pueda hacer más clara la idea de que sin esta biodiversidad, sin esta fauna, sin este ecosistema, nos quedamos sin trabajo. Porque hay una falta de capacidad del hombre de poder empatizar y entender que lo que está ahí tiene derecho a estar ahí, así como lo tenemos nosotros. Y eso parte del pensamiento de que somos todos parte de la naturaleza y no nos vemos disociados. Yo creo que ese es el cambio que se está dando hoy en el mundo, donde la política es ambiental, donde la economía es ambiental, donde la cultura es ambiental, donde todo está trazado porque es el medio en el que vivimos, del cual nos sostenemos, del cual somos parte y nosotros obrando de una buena manera, de una manera ecosistémica, también podemos agregar un valor a la tierra, como lo agregan los ecosistemas que funcionan por sí mismos. Tenemos esa capacidad, como tenemos la capacidad destruirlo.

Clemente Cancela

Hablemos un poco del sector político, porque me parece que ahí hay una parte que es difícil de llegar. Históricamente, los gobiernos, sea cual sea su signo político, tienen un desprecio con lo ambiental y lo dejan muy de costado. Y no es lo urgente, generalmente no es lo urgente. Y acá estamos hablando de una ley sancionada hace un año, que es histórica a nivel global. Entonces, ¿qué pasó, acá, para que Tierra del Fuego sea punta de lanza en esto?

Martina Sasso

Yo siempre digo esto que, y realmente lo creo, y es que no estamos lejos de la política, no estamos lejos de la Casa de Gobierno. Si uno empieza a investigar, uno es el primo del amigo del tío del hermano o el vecino que vivía… La política, la empresas, los gobiernos están hechas por gente. No es la empresa el demonio: es quiénes la conforman y cómo la están llevando. Es lo mismo con los gobiernos. No hay gobiernos buenos o gobiernos malos, es quiénes están ahí. Y esa gente está en una oficina, en un escritorio, en una silla, y el único impedimento por el cual no ir a verlo y no acercarle un tema es porque alguien no se levantó y caminó hasta la legislatura y tocó una puerta o pidió una reunión. Entonces eso es un poco para también acercar esos mundos, porque la gente tienda a No, esto es un tema político, es algo que yo no voy a poder cambiar. Esa persona posiblemente viva en su barrio, señor, y comparta usted cola en la panadería. Entonces, desde ahí que nosotros vimos siempre que había un puente muy corto entre lo que pasa en la realidad y donde se toman las decisiones y si uno quiere evitar que algo suceda, y esto es importante decirlo, no fue una prohibición a la salmonicultura, lo que se hizo fue una regulación a la industria. ¿Por qué? Porque esa ley prohíbe hacerlo de una manera, pero acepta y promueve hacerla de otra, de la manera sostenible. Que es más caro, tiene más inversión, es lo que hacen otros países, lo que hace Noruega, por lo cual tiene que sacarse de encima la transferencia tecnológica, la tecnología vieja, a países sudamericanos como el nuestro.

Clemente Cancela

Pará, cuando hablás de transferencia tecnológica, para que quede bien claro es: yo te doy mi walkman, que ya no uso porque me compré uno mejor.

Martina Sasso

Ni siquiera porque en vez de walkman ahora tengo pendrive, tengo compu.

Clemente Cancela

Claro.

Martina Sasso

¿Entendés? Acá tenés tu walkman.

Clemente Cancela

Yo te dije walkman para tirar de algo que ya está obsoletísimo.

Martina Sasso

Exacto. Es eso. Entonces ahí entendimos que teníamos que identificar actores. Ya de por sí, hoy las empresas tienen mucha participación, digamos, desde lo que dicen y cómo lo dicen. Influyen mucho en la toma de decisiones. Entonces, tener una empresa como Patagonia, con el peso que eso conlleva, iba a hacer que los políticos levantaran la cabeza. Y después lo que yo llamo “el hostigamiento”. Nadie se resiste a alguien que se sienta siete veces durante siete días seguidos, a atenderte en una reunión. Y cuando uno llega a la gente adecuada, también en esas reuniones, tanto la gente técnica, ¿no? El biólogo marino, ese rótulo que, si te dice acá no va, ¿qué le vas a decir vos sentado al otro lado del mostrador? Acá no va… Y después acercarle vecinos, padres preocupados, chicos en los colegios que levantaban banderas contra la salmonicultura, que le decían que le hacían mal a sus peces del canal… Y cuando esto empieza a atravesar el común denominador social y esto se convierte en un tema de conversación… Me acuerdo que una de las pruebas que hacíamos era preguntarle a los taxistas si sabían algo de la salmonicultura, y si ellos no decían que sabían algo era porque el mensaje había atravesado, ¿no? Entonces hicimos una campaña que duró, Cami, un año y medio sin parar. El activismo no es una vez, explotar, a gastar toda la energía. El activismo inteligente es construir una estrategia de principio a final, y ese final, después lo vamos a ver, que tal vez nunca termine. Y es por eso que siempre vamos a estar trabajando en conjunto con Patagonia y no solamente fortaleciendo lo que se hizoen la provincia, sino también promoviendo sistemas de alimentación distintos.

Camila Martínez Peck

Sí, exactamente. Porque… Recién mientras hablabas estaba pensando, ¿no? Justamente que la ley prohíbe hacerlo de cierta manera, pero te posibilita hacerlo de la manera correcta, ¿no? Sostenible. Y, en ese marco, obviamente, todos sabemos que el planeta y la población del planeta está creciendo a pasos agigantados y a la gente hay que alimentarla de alguna manera. No podemos tampoco perder de vista eso, pero sí hacerlo de la manera correcta. Y está recontra comprobado que el negocio puede ser igual de rentable o más, hacerlo de manera sostenible. Quizás al principio tenga otros costos, obviamente, pero a la larga va a ser mucho más rentable de lo que es un tipo de industria como la salmonicultura. De hecho, Patagonia está involucrada en la industria de la alimentación. Tenemos una línea que se llama Patagonia Provisions, de alimentos, y, bueno, Yvon tiene una frase muy conocida que dice que la gente necesita una chaqueta o una campera cada diez años, pero que comemos todos los días cuatro veces por día. Entonces la alimentación es igual o más importante que todo el resto.

Martina Sasso

Entonces, cuando los temas cruzan toda la sociedad, se vuelve un tema político. Cuando nosotros nos salimos a expresar como ciudadanos, estamos haciendo política. Hacemos política todo el tiempo. Pasa que decirlo a veces suena mal, ¿no? Así como también está muy aceptado el lobby por parte hidrocarburos… Ahora, entra un lobista ambiental a la legislatura y… ¿Qué está pasando, viste? ¿Quién está financiando esto? Entonces es muy importante, por lo menos para nosotros, en la visión de cómo trabajamos en conservación marina, los resultados terminan en la generación de una política o en el cambio de una política pública. Y la manera de que los cambios sean permanentes, y no siempre son permanentes, como vamos a charlar más adelante, es que existe una ley que lo respalde, que es como la autoridad máxima que establece las reglas de cómo vivir en un país. Y esto que se aprobó en Tierra del Fuego, que quisieron hacerle un marketing para que esto se vetara, entonces se hablaba como de la prohibición a la salmonicultura, entonces, todo el sector productivo de la Argentina se paró de manos. Pero cuando se empieza a entender esto como una regulación, que es lo que realmente es, porque se prohíbe hacerlo en el agua, pero se permite hacerlo en tierra, que es para donde están yendo todos los países avanzados, esto empieza a tomar otra connotación, y es una prohibición tácita en toda la Argentina. Por eso se habla de que la Argentina prohíbe la salmonicultura, porque geográficamente, con la tecnología que existe hoy —no quiere decir que mañana la industria no desarrolle una mejor tecnología que le permita ponerla donde sea, y les digo que he visto cosas que les pararía los pelos—, hoy por hoy, el único lugar donde esto puede suceder es en Tierra del Fuego. Entonces, la provincia, tomando la iniciativa, decisión unánime, 15 legisladores, más de cinco partidos políticos diferentes... Creo que también fue algo histórico en la provincia… Le dijeran que no… Esto fue una prohibición tácita en la salmonicultura, en todo el país. Por eso se habla de Argentina, el primer país del mundo en prohibir este tipo de industrias destructivas en el mar.

Clemente Cancela

Y a donde quiero ir ahora tiene que ver con cuando se logra un objetivo y se logra un objetivo que parece imposible de lograr hasta que sucede finalmente, es: este objetivo, ¿marca el final de un camino, o implica redoblar esfuerzo porque van a aparecer nuevos enemigos, nuevas dificultades, nuevas trabas? Porque para mí… Hay una frase… Hecha la ley y puede ser hecha la trampa, hecha la granja, hecha lo que quieras, pero me parece que no termina acá.

Camila Martínez Peck

Yo creo que es el principio, es un poco lo que hablábamos hoy. Que salga la ley obviamente era el objetivo principal, pero es a su vez es el principio de años de seguir, de hacerle seguimiento de cerca a todo esto, porque pueden aparecer nuevos actores, ir a la legislatura, no sé, digo, van a aparecer enemigos todo el tiempo, entonces hay que estar de cerca y también intentar seguir contagiando al resto del mundo con la idea de que no solo un grupo de locos, sino que puede pasar que organizaciones se junten, levanten la voz y terminen prohibiendo que una industria tan grande como la salmonicultura se instale, o, digo, puede pasar en otras industrias también, pero la importancia de trabajar en equipo, de darle visibilidad y que se pueden lograr cosas importantes arrancando algo por ahí muy chiquitito.

Martina Sasso

Esto es como cuando una industria hidrocarburos abre un pozo petrolero: abre uno, abre 100 más. Y en esa visión, en esa línea, la salmonicultura, una vez que se frenó, de alguna manera, hay que estar constantemente frenándola, porque lo que pasó en el contexto, en Argentina, cuando se aprueba esta ley, por ejemplo, fue que otros modelos productivos se levantaron para hacer otro tipo de negocios, otro tipo de cosas. Por ejemplo, hoy está habiendo producción de mejillones en las aguas del Canal Beagle, y esta idea surge a partir de que se prohíbe la salmonicultura. Entonces siempre cuando uno mueve algo, se mueven un montón de cosas. Y yo soy siempre la que digo, lo que pienso en este sentido, y es si asustamos, no asustamos, digamos… Si avanzamos, avanzamos para avanzar y construir algo firme, para después dar otro paso. Y en esa línea se crea la Alianza Global contra la Salmonicultura, en esta idea de seguir fortaleciendo este movimiento que nació en otros lugares… Argentina nunca tuvo salmonicultura.

Clemente Cancela

Te voy a hacer una última pregunta. Porque te escucho y me parece espectacular escucharte. ¿Qué esperas que le pase a la persona que te escucha contar todo esto?

Martina Sasso

Pasión, no sé. Pretendo transmitir eso. Ni siquiera que dejen de comer salmón. Creo que es una elección propia, como el que se convierte o el que empieza a comer lechuga, el que deja de comer carne o chancho. Pasión, pasión a salir a pelear por lo que uno quiere. Y cuando uno pelea por lo que uno quiere, cuando cree que llegó a un lugar, trata de incluso hacer algo mejor que eso. Eso es lo que me inspira a mí venir a estos espacios, contar la historia, que no es mi historia, ¿no? Es la historia de un montón de personas, que tampoco es solo Patagonia, son un montón de comunidades, países que se involucraron, organizaciones locales, cocineros, lo que te imagines, gente de la salud. A mí lo que me gusta con todo esto es poder inspirar… Que alguien por ahí escuche esto y diga, bueno, mi problema en el lugar donde vivo no es la salmonicultura pero es el basural a cielo abierto, y si no es el basural a cielo abierto, es el puerto que está contaminando o es la industria de tala de árboles, o… Es eso, es inspirar y que se puede, mostrar que se puede, que es posible, y no hemos tardado mil años, fueron dos años. Se puede lograr cambios, hay que ponerle foco, pasión y constancia.

Clemente Cancela

Y, Cami, desde Patagonia, ¿cuáles son los próximos pasos a partir de esta ley?

Camila Martínez Peck

Bueno, yo creo que uno de los recursos más importantes que tenemos como organización es cierta facilidad para establecer vínculos y redes con empresas, comunidades, incluso hasta con gobiernos. De hecho, en este momento, estamos apoyando a nuestros hermanos chilenos que, en una lucha de ambientalistas locales, organizaciones y por supuesto también Patagonia Chile, están pidiendo a Boric, que como todos sabemos, asumió hace poquito con un discurso bastante asociado a la protección ambiental, que se retire la salmonicultura de los espacios marítimos protegidos y también frenar con la expansión indiscriminada de industria.

Clemente Cancela

Bueno, a mí lo que me queda de esta ley entonces es que es un triunfo colectivo.

Camila Martínez Peck

Sí, totalmente. Yo creo que acá no se trató de un logro de una empresa, una ONG en particular o de algún gobierno, sino que fue un logro colectivo en donde creo que también el mayor protagonista fue la comunidad local de Tierra del Fuego y la unión entre activistas, deportistas locales y amantes de la naturaleza y demás.

Martina Sasso

Fue una batalla colectiva y uno se da cuenta porque cuando toca volver a salir a defenderlo, muchas veces salen otros antes que nosotros. Y el ejemplo de la semana pasada en la provincia, que hubieron distintos actores que se presentaron para pedir que esa ley no se reglamentara, y nosotros desde el lado ambientalista no tuvimos que salir a decir nada, simplemente actores locales de la provincia que están súper involucrados, incluso legisladores que han aprobado la ley, salieron públicamente a decir que sí, que se quería reglamentar y que esto se quería dar adelante. Lo que quiero decir cuando es algo colectivo, es que se escapa de las manos, del control, y que una causa que antes estaba en miras de científicos, ambientalistas y productores de peces, hoy está en manos de todos.

Clemente Cancela

Muchas gracias a las dos.

Clemente Cancela

Esto fue atípico. Un podcast producido por Patagonia que se mueve por las causas que importan y que atraviesa nuestra identidad. Esperamos que te haya inspirado para ayudarnos a salvar al planeta.

Escuchá y seguinos.

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