Economía circular
Atípico / / 23 min de lectura
Según la conferencia de la ONU de comercio y desarrollo, la industria textil utiliza cada año 93 mil millones de metros cúbicos de agua. Además, se tiran al mar medio millón de toneladas de microfibra. En Latinoamérica es una de las industrias más contaminantes, entonces surgen varias preguntas: ¿Realmente usás todo lo que guardás en tu ropero? ¿Cuántas veces usaste lo que te compraste porque estaba de moda? ¿Sabés cómo se fabricó? ¿Podría durar más y ser de mejor calidad? Vestirnos es una necesidad, pero lo que elegimos usar es una forma de definir nuestra identidad, comunicarnos y compartir nuestros intereses. En los últimos tiempos, hubo un mayor interés por saber quiénes hacen nuestra ropa, cómo la hacen y de qué está hecha.
Clemente Cancela
Según la Conferencia de la ONU, sobre Comercio y Desarrollo, la industria textil utiliza, cada año, 93 mil millones de metros cúbicos de agua. Pero esto no es todo. También se tiran al mar medio millón de toneladas de microfibra, lo que equivale a 3 millones de barriles de petróleo. En Latinoamérica, la industria de la moda es una de las más contaminantes.
Esto nos lleva a hacernos varias preguntas sencillas: ¿Realmente usás todo lo que guardás en tu ropero? ¿Cuántas veces usaste ya lo que te compraste porque estaba de moda? ¿Sabes cómo se fabricó? ¿Podría durar más y ser de mejor calidad? Vestirnos es una necesidad, pero lo que elegimos usar es una forma de definir nuestra identidad, comunicarnos y compartir nuestros intereses.
En los últimos tiempos, cada vez más gente se involucra en el proceso de fabricación de su ropa y quiere saber quién diseña lo que usamos, qué materiales fueron necesarios para su producción y cómo podemos extender su vida útil a lo largo del tiempo. Seguramente en tu vida hubo alguna prenda con la que compartiste una historia y que la dejaste de usar cuando ya no estaba en condiciones.
Hoy eso es cada vez más difícil. La ropa dura cada vez menos y la reemplazamos constantemente. Pero todo esto ¿Tiene que ser así?
Hoy voy a charlar con Melina Scioli, cofundadora del Club de Reparadores, y Agustín Laviano Carbone, Planning Manager de Patagonia, sobre la filosofía de la marca y sus prendas, la importancia de repararlas, que duren y que corten con un ciclo de consumo innecesario y dañino para el planeta.
Empecemos.
¿Cuál es su relación con la ropa?¿Cómo fue cambiando a lo largo del paso del tiempo?
Agustín Laviano Carbone
Bueno, mi relación con la ropa empezó a tener como un punto de inflexión en Patagonia, porque para mí antes era más fashion, digamos, era tener la remera que veía en la calle y me gustaba y me compraba. Y para mí era una cosa más. Hasta que entré a Patagonia, cuando empecé a entender el mundo de la moda, del lado de Patagonia y del lado opuesto, empecé a entender mucho más lo importante que es para todos. A veces, uno dice bueno, la ropa, hay gente que no le importa vestirse de una forma, hay gente que no. Yo me empecé a enamorar del mundo de la ropa, trabajando para Patagonia. Antes era un fast fashion más.
Melina Scioli
Mi relación con la ropa creo que se remonta a cuando era chica, que me acuerdo que tenía, por momentos, en una edad decía no me quiero poner este color, entonces es una época que no me vestía de un color, me vestía del otro y también ahí uno se da cuenta que la ropa es de la forma que uno se presenta al mundo. Es como esa piel que mostramos y a través de la cual nos conocen. Y siempre me gustó mucho el hacer. Hice cursos de corte y confección, y hacía mi ropa, en un momento, entonces siempre tuve una relación muy íntima con el hacer y con el producto. Creo que a medida que fui creciendo fui entendiendo más cómo era el circuito y el universo de la moda, y encontré una forma de consumo de moda que es la que más me cerró, que es el mundo de la segunda mano, de encontrar cosas usadas. El universo de fantasía que acerca el hecho de la ropa, de lo que ya está hecho y ya existe, y esa cuestión sincrónica de encontrarte con una prenda que te eligió en ese tiempo y espacio para acompañarte por el resto de tus días. Hay una frase que me gusta mucho de Vivian Westwood, que es una diseñadora inglesa, que dice “comprar menos, elegir bien y hacerlo durar”. Y creo que esas son premisas que hoy por hoy son muy necesarias para tener a la hora de cómo nos relacionamos con el consumo de ropa.
Clemente Cancela
Uno, a través de lo que se pone, comunica algo todo el tiempo y, como decís vos, se presenta el mundo. Creo que también se puede elegir lo que se comunica más allá de lo que te están ofreciendo los negocios al momento que te vas a comprar la ropa. Porque, en general, si no solo vas a comunicar lo que está de moda, o sea, las únicas opciones que vas a tener son las que están de moda. Me parece que, acá, por lo menos, que de lo que estamos hablando es de poder romper un poco con eso, ¿No?
Melina Scioli
Sin duda. Creo que la ropa es una forma de expresión, y es un arte en sí. El diseño es algo muy valioso y creo que el hecho de pensar en cómo eso trasciende las épocas y trasciende los años y cómo se recuperan es una forma de generar sentido también a través de la ropa.
Clemente Cancela
¿Y qué es el fast fashion?
Melina Scioli
El fast fashion, o moda rápida, es, en definitiva, un modelo de negocio textil que lo que propone es acelerar las fases de diseño, producción, distribución y comercialización de productos y de prendas. Entonces, se ponen grandes volúmenes de prendas en el mercado, que ya no responden solo a dos temporadas, como estábamos acostumbrados en otra época, sino que hay prendas nuevas todos los días, que lo que invitan es a que los consumidores consuman más, ya dejando de lado que sea una necesidad, sino más bien siguiendo modas y tendencias.
Clemente Cancela
Claro, entiendo que es eso, la necesidad te la genera el mercado, la industria. No lo necesitás, pero vas y consumís sin parar. Ahora, ¿Cuál es la consecuencia de todo esto? ¿Tiene un impacto?
Melina Scioli
Claro que sí. Ahí estamos hablando de una obsolescencia percibida, la necesidad de tener que salir a consumir algo nuevo y sentir que lo que tenés ya es obsoleto. Pero esta necesidad es infundada, en algún punto. Y la contracara de este consumo desmedido es que tiene grandes impactos ambientales y también sociales, porque estas prendas que se ponen en el mercado también están s costos muy bajos que, en definitiva, lo que hacen es generar una cadena de valor atrás que tiene grandes complicaciones en lo social y en lo ambiental.
Clemente Cancela
¿Y qué significan las tres R?
Melina Scioli
Las tres R es una forma capaz fácil de explicar la estrategia para gestionar residuos. Cuando hablamos de las tres R hablamos de reducir, de reutilizar y de reciclar, que sería la forma en que tenemos que pensar nuestra relación con los residuos: tratar de evitar que se generen, tratar de reutilizar para extender la vida útil de estos objetos y tratar de reciclar, en última instancia, como una forma de valorizar y poner en valor esos recursos que componen los objetos que consumimos. Además de las tres R, hay muchas más que tenemos que considerar. Una importante es repensar nuestro consumo, también el rediseño de cómo están hechas las cosas. El 80% del impacto ambiental de un producto está en la fase de diseño. También, una R que me compromete en lo personal, es la de la reparación que, es decir, reparar es mucho más eficiente que reciclar. A la hora de reparar estamos poniendo en valor los materiales y recursos que componen ese producto, y también los oficios asociados a la reparación, el aspecto cultural y también de trabajo vinculado a ese oficio.
Clemente Cancela
Entonces podemos hablar del Club de Reparadores, que eso me interesaría particularmente, ya que estamos hablando de reparar.
Melina Scioli
El Club de Reparadores lo definimos como un movimiento que propone la reparación de objetos, como una práctica de sostenibilidad y una forma de consumo responsable. Surge verdaderamente frente a la sensación de que las cosas duraban cada vez menos y que cada vez era más difícil poder repararlas. Y empezamos a organizar encuentros comunitarios de reparación como una forma de resistencia, como una forma de reunir gente que sabe mucho, poquito o nada, en un espacio con materiales y objetos rotos y entre todos reparar en conjunto. Esto surgió en Buenos Aires y luego se fue replicando en distintas partes de Argentina, y también en México y en Uruguay. Y, hoy por hoy, no solo organizamos estos encuentros, sino alentamos a que otras comunidades también organicen sus encuentros de reparación.
Clemente Cancela
¿Y qué significa que es de triple impacto?
Melina Scioli
El Club Reparadores es un proyecto de triple impacto porque por un lado, desde el aspecto ambiental, evitamos que se generen residuos, evitamos que se generen emisiones asociadas a la producción de nuevos objetos. Por otro lado, desde lo económico, buscamos fortalecer el trabajo comercial de la reparación, preservando esos oficios y ese saber también cultural que hay asociado en esos oficios. Y por el lado social, creemos que a través de los encuentros de reparación que organizamos, que son encuentros comunitarios, buscamos fortalecer lazos de colaboración entre esta gente que no se conoce y que se encuentra con este objetivo, que es reparar en conjunto, y eso hace comunidades más resilientes, que es parte de lo que necesitamos, también frente a los desafíos que tenemos por delante, en el marco de una crisis climática ecológica.
Clemente Cancela
¿De ahí es que nace el concepto de worn wear?
Agustín Laviano Carbone
Nace un poco con la idea de mantener en uso prendas que, si no se reparasen, tendrían que ser descartadas y se transformarían obviamente en desechos. Esa fue como la patada inicial. Patagonia empezó a notar que había un gran descarte, justamente motivo del fashion rápido que hay hoy. Y como primer paso el worn wear fue eso, salir a concientizar a la gente de volver a darle una segunda oportunidad a sus prendas, que muchas veces encima la gente se ha encariñado con esa prenda y la quiere seguir utilizando.
Clemente Cancela
Hoy, parece medio como imposible pensar en reciclar la ropa. Si yo me traslado cuando yo era chico, me acuerdo que se me rompía el pantalón, me ponían pitucones, hasta que no crecía, no me cambiaban la ropa. Y, hoy, da la sensación de que cada seis meses, si tenés la posibilidad económica, la vas a cambiar sí o sí. ¿Cómo encara Patagonia esta cuestión de reciclar? O sea, ¿Yo puedo reciclar ropa Patagonia?
Agustín Laviano Carbone
Exactamente. Sí. De hecho es lo que estamos fomentando constantemente. De hecho, no solamente fomentando justamente ya con productos en el pasado, productos que hayamos hecho, sino que ya Patagonia se está metiendo dentro de trabajar en lo que es poder, en productos nuevos, pensándolos a futuro, que sean pensados para poder ser reparados. Por ejemplo, estamos sacando artículos de niño que están con sistemas para que a medida que el niño crezca se vaya esa campera, por ejemplo, creciendo con el niño a través de sistemas bastante sencillos. Así que Patagonia toma todo ese tipo de acciones muy en serio, con tal de que pueda seguir utilizando el producto como primera instancia.
Clemente Cancela
Pensando en el mundo, como está diseñado, hoy por hoy, y la manera de consumir cualquier tipo de objetos, me parece que la primera explicación con respecto a la ropa y a esta fabricación desmedida y consumo desmedido es si no lo hacemos así, la empresa quiebra. Me gustaría conocer la experiencia de Patagonia con respecto a eso, planteándose en el lado opuesto.
Agustín Laviano Carbone
Es totalmente falso que las empresas quiebran, porque nosotros somos el vivo ejemplo de que hacer las cosas bien te da un negocio muy lucrativo y que funciona justamente a través de todas estas formas de comunicar también las cosas que nosotros hacemos. Creo que hemos, con el tiempo, ido ganando un público que está preocupado por el medio ambiente, que está preocupado por la parte social de, en este caso, lo que es la industria textil, así que es súper posible. Patagonia no para de crecer, desde lo financiero, que obviamente somos una empresa y nos dedicamos al comercio, pero justamente nosotros volvemos a invertir el dinero que vamos generando en mejorar nuestras prácticas, mejorar los materiales constantemente, en buscar todo el tiempo proveedores de materiales nuevos, todos obviamente sustentables, ecológicos, orgánicos. Así que es totalmente posible hacer una empresa sustentable, de triple impacto y que sea redituable económicamente para poder crecer.
Clemente Cancela
Había mencionado lo del ver quién es el proveedor. Me parece importante entrar en los procesos productivos. Viste que normalmente te dicen no averigües quién hizo esas zapatillas, quién hizo esa campera, quién hizo esa remera, porque te vas a llevar una sorpresa desagradable. Y lo peor es que te la vas a poner igual, pero vas a cargar con algo ahí. ¿Hay algún ejemplo de cómo se elige un proveedor o cómo se descarta un proveedor?
Agustín Laviano Carbone
Sí, perfectamente. Patagonia, lo primero que hace en el momento que piensa en diseñar un producto, porque encuentra que hay una necesidad, comienza a buscar justamente todas estas, lo que hoy se llaman Red Flags. Red flags es meterte en una fábrica y ver cosas raras. Patagonia tiene un equipo que va a todas las fábricas, que está muy consciente todo el tiempo de de quién está haciendo los productos, cómo lo están haciendo, qué materiales utilizamos. Hemos descartado cientos de proveedores y hemos adquirido otros cientos de proveedores y hemos trabajado con algunas fábricas que tuvimos que dejar de trabajar porque no compartían las políticas que nosotros compartían o las dejaron de compartir en algún momento.
Clemente Cancela
Y si un proveedor, me imagino, pequeño, no cumple con los estándares, ¿Se lo descarga inmediatamente o se lo puede acompañar para que los alcance?
Agustín Laviano Carbone
Nosotros intentamos trabajar con ellos, en la medida de lo posible, para intentar ver si podemos trabajar juntos, que puede alcanzar nuestros estándares no solamente de calidad en el producto, sino también, como te decía, en lo que es la materia prima, en construir con materia prima con menores emisiones de dióxido de carbono, que venga de un origen certificado. En lo que puede Patagonia ayudar a los pequeños productores o pequeños talleres, Patagonia lo hace y lo ha hecho siempre, sí.
Clemente Cancela
¿Y qué es la maquinita viajera?
Agustín Laviano Carbone
La maquinita viajera es un evento que nosotros empezamos a hacer, acá, en Argentina, hace unos años, cuatro o cinco años, pero en Estados Unidos ya tenía un tiempo más. Cargamos todo lo que es materia, hilos, máquina de coser, parches, todo lo que pueda entrar en una valija, nos dirigimos a, por lo general, muchas veces son centros, puntos específicos del interior del país, muchas veces fuimos a la Patagonia, y avisamos que vamos a estar en ese lugar reparando ropa gratuita de cualquier marca. Y, como concepto, la verdad que ha sido increíble. La gente lo ha agarrado muy bien. La gente estaba siempre muy entusiasmada con el tema de reparar su ropa y le pareció interesante todo el concepto.
Clemente Cancela
Contame un poco de qué se trata el Fair trade.
Agustín Laviano Carbone
Es una certificación propuesta por Patagonia y una asociación de marcas donde justamente ante la problemática sabida en la industria textil, que es el trabajo en muy malas condiciones, trabajo esclavo, trabajo de menores, decidió tomar acción. La primera acción que tomamos fue el 2014. Nos contactamos con una de nuestras principales fábricas, fuimos a cerciorar que todo verdaderamente funcionaba y además el Fair trade, en sí mismo, como valor agregado, también, se le da un bono extra al trabajador de la fábrica con la cual trabajamos, donde muchas veces lo han gastado. Por ejemplo, se hacen asociaciones dentro de la fábrica, donde hacen guarderías, que muchas madres son solteras, no tienen dónde dejar a sus hijos, y con esos fondos pueden hacer fondos universitarios para sus hijos. En el 2014, trabajamos uno o dos productos, y hoy por hoy, ya tenemos el 80% de nuestros productos hechos en fábricas Fair trade.
Clemente Cancela
Patagonia, una vez hizo un aviso, hace unos años, si mal no recuerdo, que decía “no compres esta prenda”.
Agustín Laviano Carbone
Exactamente, fue un Black Friday, particularmente, que entrabas al sitio y aparecía el último modelo de campera, la más novedosa, con un cartel enorme que decía “No compres esta campera”. Fue muy novedoso, sobre todo para el mundo del marketing, porque justamente fue la premisa, fue la primer gran visualización, a nivel global, de cómo trabajaba Patagonia. Así que fue una campaña histórica para nosotros. Don’t buy this jacket. Exactamente.
Clemente Cancela
¿Dio pérdidas?
Agustín Laviano Carbone
No, no, es muy loco, porque Patagonia es comercio, y esa campaña nos dio una gran ganancia también, y que obviamente nosotros pudimos reinvertir en nuestro negocio de forma sustentable, ayudando a ONG y todo. Y no ha sido la única campaña que ha sido también de este tipo de repercusión tan grande y que genera todo lo contrario a lo que uno cree. Un comerciante normal cree que pierde plata y es todo lo contrario.
Clemente Cancela
Me imagino también que el Club de Reparadores debe ser un gran disparador de historias y de recuerdos y anécdotas, y también de, no sé, de disparadores, valga la redundancia, a futuro.
Agustín Laviano Carbone
Sí, hay algo muy mágico que sucede en los encuentros del Club de Reparadores. Por un lado, está dado por la intergeneracionalidad. Es un encuentro que convoca jóvenes que capaz encuentran en la reparación algo más del lado maker o hacker, de cómo vincularse con la tecnología, cuando hablamos de ese rubro. Por otro lado, gente mayor, que lo encuentra como un espacio para sentirse activo y poder devolver a la sociedad, también, y gente de mediana edad que lo encuentra como una respuesta también para reparar cosas. Y eso conforma un cóctel bastante interesante en donde se da un espacio de intercambio de saberes y de conocimientos en pos de algo que, en definitiva, si pensamos cuánto se repara o se puede llegar a reparar un encuentro, es muy poco respecto de lo que es necesario, pero sentimos que es como un poco plantar una semilla y generar esa conciencia y resistencia frente a un modelo que nos impone que todo el tiempo compremos y desechemos.
Clemente Cancela
Y, con respecto a la maquinita viajera, me imagino que ahí también debe haber un montón de historias que nacen. Digo, por los viajes que hacen.
Agustín Laviano Carbone
Sí, la verdad que sí. Me acuerdo una, particularmente, que fue uno de los eventos más lindos que hicimos con la maquinita, que fue en El Chaltén, cuna, un poco también, de todo de la compañía. Nosotros ese día estábamos de descanso, estábamos parando en el camping del Chaltén, donde para todos los escaladores, y nuestro día de descanso previo al día del evento, nosotros fuimos a conocer la laguna del desierto, y quedaron dos de las chicas, Mel y María, en el camping, pasando el día, y cuando volvimos había cola de gente al lado de nuestras carpas, no entendíamos muy bien qué estaba pasando, y nos acercamos y habían estado las chicas, por la cantidad de gente que había con necesidad de reparar las cosas, carpas, mochilas, camperas, lo que se te ocurra. Estaba todo roto. Empezamos a reparar en el campamento, un día antes del evento, sin avisar, se empezó a llenar de escaladores. Estuvieron las chicas reparando alrededor de 250 prendas. Una tarde, fue una locura.
Clemente Cancela
Lo cual te da la pauta de que si proponés eventos como la maquinita viajera, la gente va a elegir reparar antes que comprar.
Agustín Laviano Carbone
Totalmente. Sobre todo también en el mundo de la escalada, que son prendas, por lo general son bastante costosas y son a veces difíciles de poder reponer si las paredes, las rompés. Así que, sí, se hizo. La gente estaba como loca.
Melina Scioli
¿Y qué hace que algo sea reparable, no? Muchas veces, es tener el conocimiento o tener una herramienta, tener un insumo, un repuesto, y tener el tiempo, que eso es como que pasa a ser el principal motivo por el que alguien no repara algo, que no tiene el tiempo, la dedicación. Y creo que casos como lo de la maquinita o los encuentros del Club de Reparadores, o las cosas que hicimos en conjunto, hablan de darse el tiempo para reparar y para poner atención y cuidado a las cosas que tenemos. Porque, en definitiva, se trata de eso, de ser más cuidadosos y de tener una ética del cuidado, no solo con nuestros objetos, sino también entre todos y en la relación que tenemos también con el planeta.
Clemente Cancela
Hagamos de cuenta que hay alguien que está escuchando esta entrevista y en este momento está pensando en comprarse una campera, un pantalón, un buzo. ¿Qué consejo le darían para encarar esa compra?
Melina Scioli
Creo que hay tres instancias. Primero, pensar de dónde viene, quién lo hizo, cómo se hizo, cómo fueron esas condiciones, qué tipo de insumos tiene, qué impacto tiene. El segundo, para qué la quiero, qué tipo de necesidad está buscando satisfacer, ¿Es algo temporal, que voy a usar poco tiempo y que después lo voy a dejar desechado? ¿O es algo que estoy dispuesto a ponerle mi energía y tiempo para cuidar y preservar? Y el tercero, sería qué pasa con eso cuando ya no sirve, a dónde va, dónde termina. ¿Tengo la posibilidad de repararlo y extender la vida útil de esa prenda o ese objeto, o simplemente voy a tener que desecharlo porque es imposible de reciclar, de recuperar?
Agustín Laviano Carbone
Nada que agregar
Clemente Cancela
Gracias chicos.
Agustín Laviano Carbone
Gracias a vos.
Melina Scioli
A vos.
Clemente Cancela
Esto fue atípico. Un podcast producido por Patagonia, que se mueve por las causas que importan y que atraviesa nuestra identidad. Esperamos que te haya inspirado para ayudarnos a salvar al planeta.
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Atípico
Atípico es un podcast producido por Patagonia, que se mueve por las causas que importan y que atraviesan nuestra identidad.
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